Una paleta cromática extraordinaria de otoño y un entorno de silencio alterado únicamente por el rugir de las bravas aguas de los ríos Aso y Bellós, hacen de este bello paraje del comienzo del Cañón de Añisclo, un paisaje de ensueño.
DISFRUTANDODELCAMINO
Es noviembre, la estación de las hojas caídas, los caminos se llenan de hojarasca y la naturaleza nos ofrece múltiples colores. Para muchos, la estación más bella para perderse por infinidad de paisajes pirinaicos. Hoy nos venimos al comienzo del valle de Añisclo, ubicado en la cabecera del valle de Vió. El encajado y profundo cañón, esculpido por el río Bellós, su abrupta orografía, sus barrancos y torrenteras, y sus masas forestales contribuyen de manera singular a hacer de este rincón, un paraje único.
Un lugar ideal para realizar excursiones para todos los gustos y colores. Las hay exigentes, como el recorrido integral del valle que, partiendo de las inmediaciones de San Úrbez, gana altura por el surco de su hendidura hasta la impresionante surgencia de FuenBlanca; duras como la subida a la cima de los Sestrales, a los que se puede acceder también desde Plana Canal; menos exigentes como la ascensión desde Nerín al Mondoto o más sencillas, como la que hemos realizado hoy por los alrededores de los ríos Aso y Bellós, en una bella circular otoñal desde el aparcamiento de La Tella, por el puente de Espucialla, Sercué, Collado de Portiello, San Úrbez y Cascada de Aso.
Garganta de Añisclo
Descripción de la ruta
La vuelta que planteamos parte del aparcamiento La Tella y tras un breve recorrido por la carretera hacia Fanlo, atraviesa el barranco Mallarguero, donde sale un sendero señalizado que desciende hacia el barranco de Viandico, hermoso lugar donde se encuentra el puente de Espucialla sobre el río Aso. Abandonamos poco a poco las proximidades del río y tras pasar el barranco Mosquera, ascendemos entre terrazas abandonadas hasta la pequeña aldea de Sercué, donde visitamos, doscientos metros más abajo, una antigua fuente-lavadero.
Un ancho camino, casi llano nos lleva directamente al collado de Portiello, con vistas espectaculares sobre el tramo inferior de la garganta del río Bellós. En pronunciado descenso, un sendero baja por la ladera de la montaña, enlaza con el camino principal que recorre el valle y desemboca finalmente en el puente Sangons sobre el Bellós.
Tras cruzarlo y pasar a la margen izquierda, pasamos por San Úrbez y los puentes del mismo nombre, suspendidos en un estrecho sobre las aguas del río. Tras cruzarlos, subimos al aparcamiento de la Ereta de Bies, desde nos acercamos a unos miradores sobre el cañón y la cascada de Aso. De vuelta a la Ereta de Bies, subimos por un sendero de herradura, enlazando con la carretera, que en ocho minutos nos permite alcanzar el aparcamiento del que partimos. Junto a él, se encuentra el espectacular mirador de La Tella, con vistas al río Aso.
Mapa
Sobre el mapa el recorrido circular, en color rojo
Nuestra ruta
Punto de partida y llegada: Aparcamiento La Tella,1045 m. Estacionamiento enclavado a la derecha de la carretera que recorre el tramo inferior de Añísco procedente de Escalona, justo en el cruce cuando se inicia en una revuelta, la ascensión hacia los valles de Fanlo y Buerba. Junto al aparcamiento, se encuentra el mirador La Tella, situado en la vertical del río Aso, afluente principal del Bellós, con vistas extraordinarias al angosto barranco y paredones verticales de los Sestrales, que sirven de pórtico al Cañón de Añisclo y presagian un buen día otoñal montañero.
09:24 Río Aso, desde el aparcamiento La Tella. Apenas se distinguen los Sestrales
09:25 Aparcamiento de La Tella
En dirección Fanlo, comenzamos a patear el asfalto, empezando a gozar de esta maravilla de colores, arbustos y árboles con distintas tonalidades de amarillo, naranja, rojo, marrón…nos acompañan. A nuestra derecha, al otro lado del río, Sercué, localidad por la que pasaremos esta mañana, sobre una colina Nerín y al fondo, Fanlo.
09:30 Asoma la Punta del Sestral Alto, entre los árboles
9:31 Carretera en dirección Fanlo
En una revuelta que hace la carretera, tras pasar el barranco Mallarguero, la abandonamos. Un desvío señalizado (800 metros desde el inicio) que conduce a Sercué, nos adentra por un sendero que sale por la derecha. La vereda desciende suavemente en diagonal hacia el barranco de Viandico, no sin antes, pasar por un caudaloso torrente por el que hemos tenido grandes dificultades en cruzarlo.
09:42 Con dificultades para cruzar el torrente
09:49 Camino del barranco de Viandico
El camino salva el cauce encañonado del río Aso, por el bello puente de Espucialla, 1013 m, un puente de piedra, con un solo ojo en arco de medio punto. Nada más cruzarlo, hay un abrigo rocoso con grabados inscritos en la roca.
09:50 Puente de la Espucialla
09:51 Río Aso desde el puente Espcialla
09:52 Abrigo rocoso junto al puente de Espucialla
Continuamos aguas abajo, por la margen izquierda, por una faja que abandonamos poco a poco. Por una serie de zigzags llegamos a un portillo natural, 1047 m, donde empezamos a ver la silueta de los Sestrales y hay un cartel orientativo. Dejando un desvío a la derecha, el camino realiza un giro a la izquierda y asciende suavemente por un claro solano hasta alcanzar un cambio de rumbo cota 1095, en la ladera sur del Mondoto hacia Sercué, tras haber cruzado el cauce seco del barranco Mosquera y atravesado una gran losa lisa y resbaladiza.
09:56 Antiguo camino hacia Sercué
09:56 Río Aso por el estrecho barranco de Viandico
10:02 Silueta de los Sestrales desde este portillo natural
Un antiguo camino de herradura avanza por la ladera de la montaña, entre escalonadas terrazas abandonadas (bancales) y asciende entre viejos muros de piedra que delatan la proximidad de un pueblo, en este caso de la pequeña aldea de Sercué, 1207m, perteneciente al municipio de Fanlo, en valle de Vio. Sercué, es muestra de otro de los muchos pueblos que sufrieron el éxodo rural propio de las montañas del Alto de Aragón en la década de los 60 del pasado siglo y que en la actualidad se va recuperando poco a poco al rehabilitar, sus antiguos vecinos la mayor parte de las casas.
10:20 Muros de piedra a los lados del camino
10:23 Entrada a la pequeña aldea de Sercué
Nada más entrar, tomamos el desvío señalizado que conduce a la fuente. Descendiendo 200 metros, por un precioso y antiguo camino de piedra, por el que pasamos por una antigua cabina de telégrafos llegamos a una fuente de dos caños, antiguo lavadero y a la vez, abrevadero con preciosas vistas a la zona de Úrbez.
10:25 Desvío a la fuente
10:31 Bajando a la fuente, vemos el aparcamiento de La Tella
10:32 Fuente de Sercué
Sin pérdida de tiempo volvemos a la aldea, por la empinada ladera ¡pobres aquellas mujeres con la ropa húmeda a cuestas! Dejamos a la izquierda el camino que se dirige a Nerín y continuamos siguiendo las indicaciones del GR 15, hacia la garganta de Añisclo, pasando junto a unas casas rehabilitadas.
10:48 Abandonamos Sercué
Salimos del pueblo, observando en su parte alta, sobre la ladera sur del Mondoto, la pequeña iglesia de San Martín, construcción románica del siglo XIII. Un ancho camino, llaneando entre campos antes cultivados y con buenas vistas a los Sestrales nos lleva directamente al collado de Portiello 1196 m, límite del Parque Nacional, donde contemplamos una impresionante perspectiva sobre el tramo inferior de la garganta del río Bellós (sólo por este momento, ya merece la pena esta excursión).
10:59 Por fin aparecen las dos puntas de los Sestrales
11:00 Collado de Portiello. Límite del Parque Nacional
11:01 Río Bellós, a su paso por la parte inferior del Cañón de Añisclo
Continuando por el mismo sendero que nos ha traído, en pronunciado descenso nos bajará hasta el río Bellós. Abandonamos el Portillo realizando una serie de revueltas, por un aéreo recorrido por la ladera oriental de Punta Respena, situada bajo el oculto Mondoto.
11:06 Impresionante paisaje
11:10 Múltiples colores otoñales
11:13 Qué maravilla
Después de atravesar una glera, el camino acentúa su pendiente. Cubierto de hojarasca, realiza innumerables revueltas que terminan en la base de las pedreras. Desde aquí sigue recto, finalizando tras un giro, en el camino que recorre el cañón de Añisclo, 992 m, Por el mismo, continuamos en sentido descendente. Pronto, el amplio sendero se convierte en camino empedrado que desemboca en el puente Sangons que cruza el Bellós. Conforme nos acercamos, el ruido del agua es sobrecogedor.
11:24 Camino cubierto de hojarasca
11:35 Llegando al puente de Sangons
11:36 Puente de Sangons
11:39 Dejamos atrás el puente de Sangons
Una pista de acceso restringido llega hasta el otro lado del puente y va a ser nuestra compañera durante el recorrido que nos resta hasta el legendario puente de San Urbez. Seguimos junto al río Bellós que desciende de manera impetuosa ofreciéndonos bellas estampas. Metros abajo, se precipita una cascada que se ubica bajo las paredes de Peña Roya.
11:44 Río Bellós antes de pasar bajo San Úrbez
Suavemente la pista, que en muchos tramos está cubierta de agua debido al caudal de las torrenteras, va ascendiendo tomando altura sobre el cauce. Dejamos a la derecha un camino empedrado con las opciones de realizar el “Circuito de San Úrbez” y de visitar la “Cascada” y el “Molino” de Aso y, a escasos metros, a la izquierda, una fuente. Unos metros más adelante, llegamos a un abrigo rocoso, en el que se encuentra San Úrbez, 935 m, una de las moradas más significativas de este anacoreta del siglo VIII por la geografía oscense.
11:59 Eremitorio de San Úrbez de Añisclo
Al otro lado vemos el río Aso, que nace en Fanlo y confluye en el Bellós, cerca del Molino de Aso. La pista prosigue por debajo del acantilado, pasando junto a una oquedad. Una vez superada la misma obviamos a la izquierda, el sendero (GR 15) que se dirige a Bestúe. A pocos metros, llegamos a los puentes de San Úrbez, 933 m, puente antiguo y puente nuevo, uno al lado del otro, unen las paredes del cañón de Añisclo y nos permiten cruzar el profundo y vertiginoso desfiladero por el que discurre el río Bellós.
12:10 Puente antiguo
12:11 Puente nuevo y antiguo
12:11 Puente antiguo desde la otra orilla
Una vez cruzado, a la derecha se inicia el sendero que asciende al aparcamiento de la Ereta de Bies. Durante los meses estivales, dada la abundante afluencia de visitantes, la vía de acceso hasta aquí desde Puyarrueyo, es en dirección única, en sentido ascendente.
12:16 Ereta de Bies
Desde el aparcamiento nos dirigimos hacia una caseta utilizada por el personal del Parque Nacional. Dejamos de momento a la izquierda, el sendero del mirador de La Tella y tras recorrer cien metros por pista de acceso restringido llegamos a esta construcción, en la que se sitúa un bello mirador sobre San Úrbez y el Bellós. A la izquierda de la misma, tomamos un cuidado camino que alcanza el cauce del río Aso y que ofrece una aérea visión del ermitorio de San Úrbez y su entorno. El amplio sendero desciende suavemente teniendo enfrente el pico Mondoto aunque hoy la niebla nos oculta su silueta.
12:20 Caseta del Parque Nacional
12:21 Vista sobre el Bellós
12:22 San Urbez desde el mirador
12:26 Una preciosa panorámica sobre el río Bellós
Llegamos a una bifurcación de caminos, donde tomamos el de la izquierda. Entre altos bojes bajamos por una zona empedrada con alargados escalones. Cuando estos terminan nos encontramos ante el desvío del cercano molino de Aso. Continuamos rectos para alcanzar un puente metálico al que nos acercamos y sacar unas bellas fotos del hoy caudaloso y abrupto río Aso. Desde aquí, remontamos unos metros, aguas arriba, para contemplar la bella cascada de Aso 920 m, dejando a la izquierda la senda que conduce a la cueva del Moro.
12:35 Cascada de Aso desde el puente
Volvemos al parking de la Ereta de Bies, donde hay un desvío que tomamos hacia el parking de La Tella, donde hemos aparcado. Varios zigzags seguidos nos llevan sin mucho esfuerzo, a enlazar con la carretera que une Puyarruego con Nerín y Fanlo, 1008 m. De nuevo por asfalto como al inicio, durante 700 metros nos dejan en el espectacular mirador de La Tella, con vistas al río Aso.
12:51 Sobre la colina, Nerín
13:10 Fanlo, al fondo
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