Sendero bien marcado, que se estrecha a veces y se empina otras. Bajamos por el barranco entre charcas, juncos, carrizos y roques que emergen como nuestros mallos hasta el mar, que nos da la bienvenida con un fuerte oleaje, furioso, amenazante, como si no quisiera vernos. Bordeamos la costa con espectaculares panorámicas por los acantilados. Atravesamos terrazas de huertos arraigados a la cultura del vino. Y, para terminar, subimos por un camino empedrado, cargado de historia. Vueltas y más vueltas hasta el punto más alto, donde dejamos un valle y aparece otro. Cambia el paisaje, la vegetación y en el fondo del valle, un bello caserío.
disfrutandodelcamino
De vacaciones a Tenerife. La isla reúne, fuera de los lugares típicos cuando venimos de turismo, gran variedad de paisajes y ecosistemas y cuenta con un alto porcentaje de espacios protegidos con un rico legado patrimonial, natural y etnográfico. Por ello, no podemos dejar la ocasión de elegir un par de excursiones entre un paraíso de senderos que la recorren a través de sus paisajes cambiantes en las que seguro vamos a disfrutar y nos van a sorprender.
En nuestro primer día, vamos a realizar una de las rutas más populares de esta isla, concretamente en el Parque Rural de Anaga, considerado como uno de los grandes paraísos naturales de Canarias, Se trata de la ruta circular por el Sendero PR TF 8, que tiene su inicio y final en Afur, uno de los últimos caseríos rurales de Anaga, conectados por la carretera.
Bella panorámica de la costa y Roques de Anaga, desde los asentamientos de Los Auchones
Descripción del recorrido
Desde Afur, descendemos por un sendero empinado y rocoso, en un enclave natural de gran encanto que, en los primeros kilómetros, nos lleva hasta el mar por el barranco de Afur. Un barranco modelado caprichosamente por el agua que, desde hace miles de años, no ha parado de bajar por su cauce. Una casa de pescadores nos da la bienvenida al llegar a la playa de Tamadiste, pequeña playa de arena negra y piedras volcánicas, lugar perfecto para escapar de la rutina y disfrutar de un mar cristalino rodeado de acantilados espectaculares.
A partir de aquí el sendero bordea la espectacular costa acantilada, atravesando el Caserío del Chorro, célebre por su producción vitivinícola, como así lo atestiguan los numerosos lagares labrados en tosca (roca volcánica) allí presentes. Desde las inmediaciones de Taganana, continuamos por caminos llenos de historia, que muestran el empedrado original en varias ocasiones y que asciende en continuos zig zags hasta la cresta de la montaña, en la zona conocida como La Cumbrecilla, donde de un lado tenemos el valle de Afur y del otro lado nos quedará el valle de Taganana.
Finalmente, ya en el valle de Afur, hemos dejado el faval-brezal y volvemos al sabinar. El camino baja en fuerte descenso, pasa por las casas de la Era del Camino y la Meseta y nos deja en la carretera que da acceso en algo más de un kilómetro al Caserío de Afur.
Mapa y un poco de historia
Sobre el mapa el recorrido circular, en color rojo. Un poco de historia de la zona
Puntos de interés
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AFUR
Afur, es uno de los caseríos con mayor encanto de Anaga, donde las primeras poblaciones se establecían a una altura donde ya empezaba la agricultura que junto a la elaboración del carbón fueron el pan de cada día durante siglos.
Aunque el terreno es muy abrupto, estaba rodeado por numerosos caminos que conducían a Santa Cruz y La Laguna, pero que unían principalmente asentamientos más cercanos como Roque Negro, Taborno o Taganana.
Siempre ha tenido buena relación con Taganana, ya que es el principal asentamiento de la zona, donde los lugareños acudían, por el camino de La Cumbrecilla, a misa, a casarse o a enterrar a sus muertos, hasta que se construyó la ermita de Afur.
El barranco ha sido una parte importante de este asentamiento, permitiendo un camino hacia la playa de Tamadiste y las numerosas huertas que cubrían los montes. También. su abastecimiento permanente de agua ha proporcionado agua para el ganado y palos de espadaña, mimbre y caña que servían para la confección de objetos cotidianos utilizados en la casa o la finca. El encanto de Afur atrae a numerosos turistas que caminan por placer por los mismos caminos que los lugareños utilizaban por necesidad para satisfacer sus necesidades familiares.
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TANGANANA
En 1501, tras la conquista de Tenerife, se fundó Taganana como primer asentamiento en Anaga.
Este terreno fue cedido a gente de Fuerteventura y Lanzarote con la condición de que instalaran una fábrica de caña de azúcar en la zona de Los Molinos. Para transportar este azúcar a los principales mercados se construyó y pavimentó la carretera de Las Vueltas, que se convirtió en la principal vía de comunicación con La Laguna. La producción de caña de azúcar estuvo en uso hasta 1571, cuando Estados Unidos comenzó a producir azúcar más barato. Esta emblemática vía quedó como testigo de aquellos tiempos y continuó utilizándose durante unos 400 años para transportar diferentes productos, a hombros de personas o animales.
A partir de ese momento otro cultivo cobró importancia en la zona: las vides. Después de 500 años, Taganana se ha convertido en refugio de variedades antiguas de vides canarias que se mantienen en el camino de El Chorro. Otra característica especial es la ubicación de las antiguas bodegas, que tuvieron que construirse cerca de la costa debido a las dificultades que planteaba el transporte terrestre.
Taganana nos ofrece hoy un magnífico vino que pervive junto a un importante patrimonio arquitectónico y artístico, del que destaca la iglesia de Nuestra Señora de Las Nieves y alrededores. Este santuario que comenzó a construirse a principios del siglo XVI y alberga obras de orfebrería y orfebrería es uno de los más antiguos de Tenerife.
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PARQUE RURAL DE ANAGA
El Parque Rural de Anaga es una de las zonas verdes con mayor biodiversidad y con paisajes más espectaculares de Tenerife.
Con sus más de 15.000 hectáreas, Anaga, que cubre la zona noreste de la isla a lo largo de tres municipios tinerfeños, La Laguna, Santa Cruz de Tenerife y Tegueste, es un lienzo de bosques de laurisilva y escarpadas cumbres acariciadas a menudo por la bruma, cortadas por barrancos que bajan hasta la costa.
Zambullirse a pie en los kilómetros de laurisilva, esos bosques que se remontan a El Terciario y que son una reliquia natural muy bien conservada en la isla, es un privilegio al alcance de todos. Laureles, líquenes, sanguinos, brezos, sauces y mocanes forman parte de las más de veinte especies que componen el decorado mágico de estos bosques, además de naranjos salvajes y fayas.
Al pensar que hace veinte millones de años bosques similares cubrían el norte de África y el sur de Europa, la sensación de privilegio que embarga al pasear por esas laderas y caminos a la sombra de túneles de laurisilva se amplifica.
Galería fotográfica
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La información incluida en nuestras rutas, contienen datos, opiniones y experiencias personales. Esta información, no puede considerarse suficiente para la realización de ninguna actividad. Habrá que tener en cuenta las condiciones físicas, además de los conocimientos técnicos y material apropiado para cada actividad, así como conocer el medio, las características de cada zona y consultar las predicciones meteorológicas.
Disfrutando del camino, no se hace responsable de las consecuencias que puedan surgir en el desarrollo de las rutas, así como del mal uso de la información que aquí aparece.