Valles de Ordiso y Otal

Valles de Ordiso y Otal

DISFRUTANDODELCAMINO

Con la excusa de realizar una ruta circular, en nuestro segundo día por Bujaruelo, vamos a conocer dos valles laterales del río Ara. Después de remontar el valle de Bujaruelo, hasta la cabaña de Ordiso, subiremos por el valle de Ordiso, el menos conocido. Se nota por el sendero poco definido, un tanto salvaje y con una alargada muralla natural lateral en el final de su circo. Y tras haber superado el collado de Ordiso, regresaremos, por el valle de Otal. Un valle montañoso perfecto, que cuenta con una verde y extensa pradera rodeada de montañas que parecen tocar el cielo, arroyos de agua cristalina e inmensos bosques de hayas y álamos.

Una magnífica ruta, con impresionantes vistas del macizo del Vignemale, de Ordesa y de la sierra de Tendeñera. Si a esto le añadimos, sensaciones de relajante calma disfrutando de la naturaleza en soledad. ¿Te lo puedes perder?

Río Ara, desde el puente de Ordiso

Descripción del recorrido

Desde San Nicolás de Bujaruelo, 1336 m, atravesamos el puente para tomar el GR-11 hacia la izquierda. El sendero remonta el valle por su margen izquierda para desembocar en una pista forestal procedente de San Nicolás. Seguimos la pista hasta el Refugio de Ordiso, 1584 m. Punto en el que abandonamos el GR-11 hacia la izquierda para bajar a cruzar el río Ara por el puente, 1563 m. Tras cruzarlo, remontamos el valle de Ordiso por sendas no señalizadas y poco definidas hasta una caseta de pastores, 1820 m, con el tejado hundido, en el final del valle.

Cruzar el barranco por un puente y ascender hacia el Sur. Tras unos 400 metros de desnivel, en exigente ascenso, campo a través, alcanzamos un amplio collado herboso, 2234 m. Se trata del collado de Ordiso, que da acceso al valle de Otal. Desde allí, descendemos en diagonal hacia la derecha, buscando el camino, más transitado, que viene del collado de Tendeñera y desciende al fondo del valle de Otal. Una vez que llegamos al refugio de Otal, una pista, recorre el fondo plano del valle. Tras cruzar el río Otal, por un puente hormigonado y una puerta metálica, descendemos en revueltas, realizando algún atajo, hasta el valle del Ara. Ahora, seguimos hacia la derecha la pista del valle, hasta Bujaruelo.

Mapa

Sobre el mapa el recorrido circular, en color rojo

Nuestra ruta

Comenzamos desde el Refugio de Bujaruelo (el antiguo albergue de peregrinos), con un aparcamiento enorme, alojamientos básicos y zona de acampada. Cruzamos el río Ara, por el afamado y muy fotografiado puente medieval, llegando al enlace con el sendero GR-11 que viene de Ordesa. Allí también se inicia el sendero GR-T 30 que asciende hasta el puerto de Bujaruelo.

Comenzamos en el Refugio y nos dirigimos a cruzar el río Ara por el puente

Puente de Bujaruelo

En dirección noroeste, tomamos el sendero que remonta el río Ara, por su margen izquierda (siguiendo la ruta ornitológica interpretada que avanza hacia el puente de Oncins). Una senda placentera, cruza la pasarela peatonal de Sandaruelo, antes tenemos la posibilidad de entrar en un viejo búnker, continúa por la pradera de Laña Larga y nos lleva, en algo menos de media hora, a enlazar con la pista de tierra (punto cercano del Puente de Oncins) que desde San Nicolás se dirige hacia la cabecera del río Ara.

Pradera de Laña Larga

En este punto, dejamos la ruta ornitológica y continuamos ascendiendo suavemente por la pista siguiendo en todo momento las marcas de la GR-11. Nos introducimos en un precioso hayedo. Preciosas vistas a los valles de Otal y Bujaruelo. El valle se encañona y pasamos junto a la base de un acantilado con extraplomo. Tras dejar a la izquierda la senda que nos conduciría al puente colgante de Burguil, y sobrepasar la bonita cascada del Salto del Pich, la pista forestal, de acceso restringido, termina junto a la cabaña del vado de Ordiso, 1584 m, desde donde mirando hacia el norte vemos el macizo del Vignemale.

La pista nos ofrece unas magníficas vistas del Valle de Bujaruelo y paredes occidentales de Mondarruego

Zona horadada de rocas

Salto del Pich

Cabaña del Vado de Ordiso

El GR-11, continúa a la derecha, que sobrepasando la cabaña de Labaza lleva al fondo del valle del río Ara

Allí, abandonamos el GR-11, que se dirige a Baños de Panticosa. Continuamos para bajar a cruzar el río Ara, por un puente-pasarela. Tras cruzarlo, remontamos primero en zigzag por una pequeña senda que se hace camino entre la alta vegetación, hasta alcanzar el valle de Ordiso. Seguimos en dirección oeste, por la margen derecha del río Ordiso siguiendo la senda no señalizada y poco definida, aunque la dirección es evidente y no tiene pérdida. Conforme vamos llegando al final del valle, la alta vegetación se convierte en una extensa pradera, el sendero se hace evidente hasta que llegamos a la caseta derruida de pastores, 1820 m, situada en el final del valle junto a una espectacular cascada (Salto de Ferreras).

Río Ara, cruzando el puente de Ordiso

Remontando el barranco de Ordiso. Detrás nuestra, picos de Caprera, Bernatuara, etc.

Valle de Ordiso. Al fondo, el Mallarruego

Espectaculares imágenes hacia la zona de Bernatuara

En el fondo del valle, el circo de Ordiso

Cabaña hundida de Ordiso. Detrás el Salto de Ferreras

Tras reponer fuerzas, cruzamos el barranco de Ordiso por un puente situado más o menos junto a la caseta, para ascender en dirección Sur. Se trata de un fuerte ascenso, teniendo que superar unos 400 metros de desnivel, campo a través, ya que el camino no está bien balizado. Nos guiamos por algunos hitos esporádicos y fundamentalmente por el GPS. Poco a poco, vamos cogiendo altura, hasta que al llegar a la cota 2216 m, obtenemos una bella panorámica con el espectacular Vignemale. También vemos el pico Otal, tras el amplio collado de Ordiso, 2234 m, que da acceso al valle de Otal.

Poco a poco vamos dejando abajo el valle de Ordiso.

Por encima de todos, se eleva el macizo de  Vignemale o Comachibosa

Esta panorámica bien merece esta foto de recuerdo

Y aparece el Pico Otal, tras el extenso collado

Collado de Ordiso

Desde el collado, que separa los dos valles con una alambrada para el ganado, que permite el paso libremente, descendemos hacia la derecha, en diagonal, hasta la terraza herbosa, conocida como Faja Basarán, buscando el camino, más transitado, que viene del collado de Tendeñera y baja al fondo del valle de Otal. También desde este collado, se puede acceder, en un camino de ida y vuelta, hasta el Ibón de Ordiso, por la derecha.

Ante nosotros, se abre el valle de Otal en el que destaca el pico homónimo

Una mirada atrás hacia el Puerto de Bujaruelo y Gabietos

Ya vemos el cruce que baja del collado de Tendeñera

Llegamos al cruce en el que de frente llegaríamos al collado de Tendeñera. Nosotros continuamos por el ramal que sigue por la izquierda, siguiendo en principio, las marcas del antiguo GR-11. El camino da amplias lazadas para ir descendiendo. Antes de alcanzar la Plana de la Paúl, abandonamos el camino, supuestamente del GR, pues las pinturas rojo-blanco, se esconden entre la hierba y giramos a la izquierda en busca de unas rocas para alcanzar de forma más directa el fondo del valle.

Descendiendo hacia el fondo del valle

El Pico Otal, majestuoso presidiendo este precioso valle

El valle nos presenta toda su belleza. Vemos el refugio de Otal, pero es recomendable seguir el camino y no bajar en línea recta.

Una mirada al fondo del valle

En los dos lados del valle se alzan de forma pronunciada una barrera de cumbres que en el fondo bloquean su extremo occidental. Ante nosotros, una espectacular perspectiva de este valle de origen glaciar en forma de U, situado a los pies de la sierra de Tendeñera. De punta a punta, serpentea el río Otal, que desciende de las nieves del Circo de Otal, para unirse, más adelante, al río Ara.

Cerca de la Plana de la Paúl, donde giramos a la izquierda

Llegamos al refugio de Otal, 1630 m, donde el antiguo GR-11, continúa hacia el fondo del valle y por donde hubiéramos llegado, si no hubiéramos acortado. Desde aquí, una pista recorre el valle hasta su entrada. Seguimos disfrutando de magníficas vistas, hacia un lado y hacia el otro, picos de Tendeñera, Peña de Otal, sierra de Turbón o la Peña Ordiso.. El sendero se aplana y el paisaje es un prado enorme.

Refugio de Otal

Praderas de Otal

Cruzamos el río Otal por un puente hormigonado

Tras cruzar el río Otal, por un puente hormigonado y pasar por una puerta metálica para el ganado, en el collado de Otal, a la entrada del valle, se puede bajar por la pista en lazadas o acortar por una senda con mojones, a modo de atajo, hasta el valle del Ara, llegando muy cerca de la fuente de Femalla y puente de Oncins. Ahora, seguimos hacia la derecha la pista de Bujaurelo, que baja por la orilla derecha del río, y que en 15 minutos nos deja en San Nicolás.

Entrada del valle de Otal

En frente, el Escusana

San Nicolás de Bujaruelo

Puntos de interés

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VALLE DE BUJAUELO

La cuenca del río Ara, se extiende a lo largo de 79 km de longitud, siendo recorrida por este río. Su nacimiento se emplaza a los pies del macizo de Vignemale o Comachibosa y su finalización se localiza junto a la localidad de Aínsa, aportando sus aguas al río Cinca. Debido a su extensión se divide en cinco zonas bien diferenciadas; valle de Bujuarelo, las riberas de Broto y Fiscal, el congosto de Jánovas y la ribera de Boltaña. El valle de Bujuarelo se subdivide en dos subzonas, la primera hace referencia al tramo comprendido entre la cabecera del valle hasta San Nicolás de Bujuarelo (modelado claramente glaciar) y la segunda transcurre entre este paraje y el puente de los Navarros, con una profunda garganta fluvial. En el puente de los Navarros, confluye con su principal afluente, el río Arazas.

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SAN NICOLAS DE BUJARUELO

Antiguo lugar de paso transfronterizo de los más importantes del Pirineo central. El camino de Bujaruelo, que comunica este valle con Gavarnie. Acogió a numerosísimas personas que atravesaban el Pirineo con fines comerciales, pastoriles, de peregrinaje, contrabando o huyendo de la justicia. Tres elementos clave nos recuerdan que en la edad media era ya un paso muy frecuentado: la iglesia románica de San Nicolás, el hospital-refugio y el puente del siglo XIII. Aún hoy, este paso continúa vivo. Excursionistas, amantes de la naturaleza y del deporte en la montaña, ganaderos y es que cada verano centenares de vacas del valle de Broto atraviesan el puerto de la Bernatuara para alcanzar los pastos franceses. Siglos de historia que han creado este paisaje en un lugar privilegiado al que se llega por pista transitable de 7 km de longitud que se inicia inmediatamente pasado el puente de los Navarros, junto a la carretera de acceso al valle de Ordesa.

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VALLE DE ORDISO

El valle de Ordiso es un pequeño valle por el que el río Ordiso, desciende hasta que deja sus aguas en el Ara. En la entrada del valle, en su intersección con el valle del Ara, existe un refugio para montañeros (refugio del Vado de Ordiso) y, en la parte alta, una cabaña, actualmente con el tejado hundido, situada junto a la espectacular casada de Ferreras. El valle comienza en un puente que permite cruzar el río Ara.

En la cabecera del valle, a 2.344 metros de altura, se encuentra el ibón de Ordiso, cerca del collado de Ordiso, desde el que se puede acceder al vecino valle de Otal.

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VALLE DE OTAL

Ubicado en la comarca de Sobrarbe, en pleno Pirineo de Huesca, el Valle de Otal es un enclave privilegiado muy apreciado por los amantes de la alta montaña y de la naturaleza en estado virgen. Sobresalen el pico Otal, Tendeñera y la Peña Ordiso, por cuyas inmediaciones discurren bonitas rutas de senderismo bien señalizadas.

El valle tiene una morfología glaciar en forma de U y uno de sus extremos está delimitado por el circo de Otal, donde nace el río del mismo nombre. Desde aquí, y a través del collado de Tendeñera, se puede pasar hasta Panticosa y el Valle de Tena. Junto con los de Ordiso y Bujaruelo, forma parte de la Reserva de la Biosfera de Ordesa-Viñamala.

Observaciones

Una magnífica ruta, con impresionantes vistas del macizo del Vignemale, de Ordesa y de la sierra de Tendeñera. Nos gustaría señalar que desde la cabaña derruida de Ordiso, situado en la parte alta del valle, hasta el collado de Ordiso, no hay señalización, teniendo que subir campo a través. Es conveniente, que no perdáis durante mucho tiempo de vista el track, porque la dirección a veces no es muy evidente. Lo mismo ocurre, en algunos tramos de la bajada al valle de Otal.

Llevar suficiente alimento y bebida suficiente, porque la ruta es larga (sobre todo en días calurosos ya que no existe cobijo de sombra ni fuentes de agua a lo largo del camino), así como ropa adecuada para alta montaña. Recuerda que es importante planificar previamente la ruta y equipa tu mochila con mapa, GPS, móvil, etc…y sobre todo, actúa con prudencia y disfruta del camino.

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FICHA RUTA

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«Andar por andar, es suficiente, pero andar disfrutando del camino es mucho mejor«

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